Hace 15 años | Por raultx a curistoria.blogspot.com
Publicado hace 15 años por raultx a curistoria.blogspot.com

El secretario de estado inglés Francis Walsingham se gastó en espionaje en 1582 aproximadamente 750 libras, 2000 libras entre 1585 y 1588 y 1200 en 1589. Es decir, podemos concluir que libra arriba, libra abajo, el estado británico, en pugna constante con el Imperio Español, se gasto en los 6 años indicados una suma cercana a las 4000 libras. O lo que es lo mismo, unos 16000 ducados.

Comentarios

v

Tienes razón Iramosjan, pero la comparación es impresionante. España era una potencia, pero Inglaterra tampoco era manca y tenía muchas influencias en el continente.
También es cierto que Bernardino de Mendoza dominaba una amplia zona, pero había gastos también en Portugal, por todo el Mediterráneo, supongo que también en América...

Saludos.

D

Eso sin contar con el gasto añadido del servicio de espionaje del Vaticano, la llamada "santa alianza", dedicada entonces casi fundamentalmente a derribar el hereje anglicanismo inglés en estrecha colaboración con Felipe II.

thirdman

soy al único que esas cantidades no le dicen nada.. desconozco un montón de datos económicos de esa época no se si eso es lo que ganaba un granjero en un mes, o lo que podía recaudar de impuestos un país en un año

iramosjan

Es un dato muy interesante, pero realmente no se puede comparar... olvidándonos de películas, España era la única superpotencia de 1580, Inglaterra una mera potencia secundaria. Además, la red de espías de Mendoza abarcaba no solo Francia (donde había un estado de guerra civil semiconstante), sino Inglaterra, Irlanda, los Países Bajos y los vitales estados alemanes del corredor renano que conectaba Flandes con el Franco Condado, Saboya y Milán.

Además, tendemos a pensar que como en nuestros días había un embajador en cada país de Europa. No era así, incluso España tenía embajadas permanentes solamente en París, Roma, Viena y Londres (mientras no había guerra con Francia, Inglaterra o el Papa, claro).

iramosjan

En general, y aunque los gastos de Felipe II variaban bastante de un año a otro y crecieron mucho durante su reinado, sus "presupuestos generales del estado" debían oscilar entre los cinco y los diez millones de ducados gastados al año.

Es difícil aplicar conceptos modernos, porque los reyes del siglo XVI vivían de prestado, y prestarles a ellos era un juego de azar: los intereses eran muy altos y si te pagaban te forrabas, pero de vez en cuando se declaraban en suspensión de pagos (no en bancarrota, aunque suele usarse ese término) y en lugar de devolverte ducados de oro te daban 'juros', que eran certificados de deuda pública que pagaban una cierta cantidad anual u otros papeles semejantes que no equivalían en absoluto al capital prestado.