Erich Mielke, máximo dirigente de la Stasi, en un discurso ante el resto de directivos de la asociación en 1979, afirmó: “Debemos seguir con mucha atención el comportamiento de nuestros deportistas para saber quiénes están con nosotros. Debe producirse la señal correspondiente a su justo tiempo cuando hay indicios de que alguien puede ser reclutado por el enemigo”. Y descubrieron como en el SG Dynamo Dresden más de la mitad del staff del equipo eran espías, incluyendo al fisioterapeuta, al entrenador y al médico.
Comentarios
Esos si que eran "ojeadores" y no los del futbol actual.