Hace 13 años | Por faregran a blogs.nologin.es
Publicado hace 13 años por faregran a blogs.nologin.es

El congreso ha aprobado la nueva Ley del Registro Civil. Entre otras cosas, establece que cuando no haya acuerdo entre los padres, los apellidos se pondrán en orden alfabético. En aras de la igualdad, se comete una estupidez cuya consecuencia será que en unos años nuestro sistema de apellidos perderá en riqueza. Los Zapata, Zaragoza, Zurueta, Zurbarán, Zafón, Zumárraga y demás serán historia y quedarán relegados a las páginas, expulsados de la realidad.

Comentarios

D

Pelín amarillista no? El orden alfabético sólo será si no hay acuerdo. Los Zapata, Zaragoza etc sólo desaparecerían si nunca hay acuerdo entre las parejas.

f

#1 Del artículo: "Hay que tener en cuenta que el acuerdo entre los padres para modificar la norma general, pese a ser una posibilidad, no es lo más extendido, ni con esta ni con ninguna norma, y que de facto la tradición se fundamenta en normas que se han convertido en hábito".

Estoy de acuerdo, quizá un poco amarillista en el enfoque, pero no deja de ser cierto.

c

#1 También por disminución progresiva, con sucesivos desacuerdos.
Si ya hay desacuerdos entre las parejas en dónde hay que ir a cenar el día de Navidad, ¿no va a haberlos por dar a los hijos el apellido de "mi familia"?
Lógicamente, con la nueva norma salen perdiendo los apellidos que empiezan con las últimas letras del alfabeto, y en unas pocas generaciones habrán disminuido bastante.

iramosjan

#1 Pelín amarillista no. Amarillo intensísimo... Probablemente harían falta bastantes siglos para que ocurriera semejante proceso, los idiomas no duran tanto tiempo.

Y además para que no se pierdan los apellidos la nobleza tiene soluciones desde la Edad Media: vease por ejemplo durante el reinado de los Reyes Católicos el caso famoso de Pedro Girón y su hermano Juan Pacheco, hijos de Alfonso Téllez Girón y Maria Pacheco. Y si hubieran tenido otro hijo se habría apellidado Téllez.

D

Ciudadanos daos hostias los unos a los otros que ya intervendremos nosotros, los listos, los trepas, vuestros políticos para indicaros donde está el bien y donde está el mal.