Emilio Aparicio le celebró el cumpleaños número 47 Andrea, una habitante de la calle a quien jamás le habían cantado el 'happy birthday'. Aún era temprano pero el afán y las ansias se apoderaban de mí. La ciudad parecía desocupada y el Transmilenio daba testimonio de que cada vez más la gente sale de la ciudad por vacaciones, viajes y todas estas fiestas de fin de año. Unos anhelando que llegue el momento de abrir los regalos de navidad frente a un hermoso árbol cubierto de luces con formas y colores.
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Menuda mierda sensacionalista