Parece un acertijo con trampa, pero la naturaleza no deja de sorprendernos, y el microscópico mundo de los ácaros, además de provocarnos alergias y constituir un 15% del peso de nuestros colchones, también tienen unas costumbres reproductoras muy peculiares. Un ejemplo es el ácaro de la especie Adactylidium, que volvió loco a los investigadores porque no se explicaban qué pasaba con los machos. Nacían e inmediatamente se morían.
Comentarios
Acarophenax tribilii muere en el interior de la madre después de fecundar a sus 14 hermanas.
Respect.
Extraño y asqueroso!