Quien, cartelera en mano, quiera saber si una película transmite una imagen igualitaria de mujeres y hombres, sin situaciones vejatorias o discriminatorias, ya tiene forma de averiguarlo más allá de las pistas que le dé la sinopsis. Ha echado a andar un nuevo tipo de clasificación de las películas. Amén...
El primer test es el de Bechdel: una película lo pasa si hay en algún momento en escena dos mujeres interpretando a personajes con nombre propio (no vale "Camarera número 2") que hablan entre sí de algún tema que no sea un hombre.
Hay películas muy feministas que no lo pasan (por ejemplo, Malditos Bastardos), hay películas muy machistas que sí, pero el propósito del test es deprimirse con las pocas películas que lo pasan.
Películas como Casablanca, esos mismos funcionarios, deben de tirarla directamente a la basura. Y sólo para que lo políticamente correcto sobreviva. La lucha contra la violencia y la discriminación entre sexos está muy bien, pero esto ya roza lo paranoico.
Comentarios
Es decir que el Estado paga a siete trabajadores para que estén todo el día viendo películas y poniendo sellos sobre si son igualitarias o no.
País.
El primer test es el de Bechdel: una película lo pasa si hay en algún momento en escena dos mujeres interpretando a personajes con nombre propio (no vale "Camarera número 2") que hablan entre sí de algún tema que no sea un hombre.
Hay películas muy feministas que no lo pasan (por ejemplo, Malditos Bastardos), hay películas muy machistas que sí, pero el propósito del test es deprimirse con las pocas películas que lo pasan.
Películas como Casablanca, esos mismos funcionarios, deben de tirarla directamente a la basura. Y sólo para que lo políticamente correcto sobreviva. La lucha contra la violencia y la discriminación entre sexos está muy bien, pero esto ya roza lo paranoico.