Hace 12 años | Por palaweb a palaweb.es
Publicado hace 12 años por palaweb a palaweb.es

En resumen, al productor de leche, de patatas, de pimientos... se le paga una mier.. luego pasa a la distribuidora que marca los precios de venta, marcandole al pequeño comerciante (no a la gran cadena, a esa se la sopla) un precio de mier.. o sea la mayor parte se la lleva la distribuidora, la tienda no se lleva nada y el productor tiene que vivir de las subvenciones.

Comentarios

BucaneroElPatapalo

Con la comida no se juega.

ogrydc

#6 Son los cimientos de los derechos humanos, y todos estamos de acuerdo en defenderlos. La defensa, como corrsponde a un mundo evolucionado, es hoy mas compleja que nunca, y exige soluciones imaginativas, coordinación, motivación y acción.

Pero no nos podemos permitir el lujo de abandonar. Aunque parezca una utopía

sangaroth

Productores locales pueden agruparse y vender bajo sello ecológico y directamente a sus vecindades. Iniciativa que funciona muy bien por lo que he visto en mi zona.
No se puede competir globalmente, entonces adaptarse al mercado local y a sus necesidades. No es fácil, pero es la opción mas digna que se me ocurre.

p

Hola #2, he visto algo parecido en Asturias, las ganaderos lácteos se unen en cooperativas para ahorrar costes y tener mas control con el precio de venta de la leche, lo malo es el egoísmo de algunos que acaba hundiendo la cooperativa, gracias a dios no todas han ido a pique.

sangaroth

#3 No todos los obreros ni los oprimidos son justos por el simple echo de ser maltratados, siempre se dice: dale poder a una persona para ver su verdadero carácter (y sueles defraudarte la verdad ). Pero siempre hay algún justo en Sodoma

ogrydc

Financiariación del alimento. No sólo hay que prohibirlo, hay que extender la prohibición a todos los productos y servicios básicos, desde la medicina hasta la vivienda.

p

#5 Pienso que la especulación con cualquier servicio básico debería estar prohibida, alimentación, educación, sanidad y vivienda como mínimo.

Pero es una utopía.