Estos clubs secretos, con una tradición decimonónica en el prestigioso campus norteamericano, operan como un trampolín hacia las estructuras del poder político y económico. La pertenencia es de por vida y los miembros con más peso son los estudiantes ya graduados, que mantienen una relación directa con la organización y la sustentan económicamente a base de donaciones.
Comentarios
¿Pero no habíamos quedado en que sólo los conspiranoicos creen que los hombres poderosos conspiran contra el rebaño?