Las eléctricas no sólo están instalando contadores descatalogados que no son aptos para telegestión, sino que, además, han aumentado fraudulentamente en un 50% su precio de alquiler. El fraude en los precios de alquiler, que comenzó en 1984, supera ya los 8.400 millones de euros y se elevará a más de 15.000 millones de euros en 2018, en que está previsto que todos los contadores electromecánicos hayan sido sustituidos por contadores electrónico.