Hace 12 años | Por HAL2003 a elpais.com
Publicado hace 12 años por HAL2003 a elpais.com

La intimidad puede tener precio. O al menos hay quien puede estar dispuesto a venderla. Este es el dilema que se plantean quienes contratan un novedoso seguro de coche de pago por uso. El precio lo determinan los hábitos de conducción, que la aseguradora se ocupa de vigilar por satélite. Por ejemplo, circular de noche o por la ciudad penaliza, mientras que hacerlo por autovías o autopistas y...

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Eso por un 5% de descuento. Mucho mejor que las aseguradoras reciban en el momento de nacer una muestra de ADN y obtener por lo menos un 8% de descuento y dos entradas al cine. Así estaremos más cerca de cualquier futuro de esos mierdosos que salen en las películas (por ejemplo Gattaca. Por ejemplo 1984. Por ejemplo...)