La diputada canaria Ana María Oramas ha abandonado la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados al considerar que el ministro César Antonio Molina le había "faltado al respeto" tanto a ella como a sus compañeros. La diputada canaria criticó que el titular de Cultura no le hubiera respondido a ninguna de las 50 preguntas planteadas en su turno de intervención, como por ejemplo los proyectos del Ministerio referentes al 1% Cultural(...)
Perdonen que les dé mi modesta opinión: la diputada debía estar de broma ¿Se dan cuenta de la cantidad de tiempo que hace falta para responder con un detalle mínimo a 50 preguntas? Eso, sin tener en cuenta que la reunión de la comisión no estaba dedicada a su servicio particular y a responder solo a sus preguntas, que los demás miembros también tenían cosas que decir... ¡y todavía va y se queja de que no le daba tiempo a llegar a Barajas para salir a las 16:00! Lo menos que puede hacer una persona sensata es reírse de semejante comportamiento.
Hay una minoría de diputados que se están dedicando a intentar colapsar el Congreso y hacer la vida imposible al gobierno (y de paso a todo el personal de las Cortes) mediante el procedimiento de bombardear constantemente con cientos de preguntas, a cual más idiota... y este es un ejemplo de lo que está ocurriendo: cincuenta preguntas, de una sola diputada, para una sola sesión. Sobre temas tan vitales como "los planes del gobierno para los archivos y bibliotecas de la provincia de Tenerife". Y todavía se queja indignada de que el asunto ya provoque cachondeo...
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Perdonen que les dé mi modesta opinión: la diputada debía estar de broma ¿Se dan cuenta de la cantidad de tiempo que hace falta para responder con un detalle mínimo a 50 preguntas? Eso, sin tener en cuenta que la reunión de la comisión no estaba dedicada a su servicio particular y a responder solo a sus preguntas, que los demás miembros también tenían cosas que decir... ¡y todavía va y se queja de que no le daba tiempo a llegar a Barajas para salir a las 16:00! Lo menos que puede hacer una persona sensata es reírse de semejante comportamiento.
Hay una minoría de diputados que se están dedicando a intentar colapsar el Congreso y hacer la vida imposible al gobierno (y de paso a todo el personal de las Cortes) mediante el procedimiento de bombardear constantemente con cientos de preguntas, a cual más idiota... y este es un ejemplo de lo que está ocurriendo: cincuenta preguntas, de una sola diputada, para una sola sesión. Sobre temas tan vitales como "los planes del gobierno para los archivos y bibliotecas de la provincia de Tenerife". Y todavía se queja indignada de que el asunto ya provoque cachondeo...