En 1978, a la inestabilidad y conflictividad propias de la Transición española, se sumó la denominada Batalla de Valencia, una disputa motivada por cuestiones meramente simbólicas: el origen de la lengua de los valencianos, la bandera (la señera con o sin franja azul) y el nombre del territorio (País Valencià frente a Regne de València). Una disputa que alcanzó un altísimo grado de violencia en las calles, protagonizada por grupos anticatalanistas (los llamados blaveros), y grupos ultraderechistas como Fuerza Nueva.
Comentarios
Y desgraciadamente el espanolismo logró sus objetivos, la regionalización y provincialización de València.
De ser un país con una sociedad viva a considerarse una mera comunitat de vecinos del levante de Madrid y con todo lo que supone los que han llevado la situación (PPSOE). Un autoodio que hace a uno escuchar cosas estúpidas como que Alacant no es un ciudad valenciana sinó espanola... o que piden perdon alguna alcaldesa por tener el defecto de tener el valenciano como lengua materna.
Una forma de permanecer en el poder y hacer y deshacer a gusto (corruPPción, ...etc.) es desmantelar la sociedad civil. Deseo que el País Valenciano pase página bien pronto y no reste paralizado tras la desastroza imagen de estos últimos anhos.