El otoño pasado, poco después de volver de Nigeria, me abordó una vivaracha universitaria rubia, cuyos ojos azules parecían a juego con las cuentas «africanas» que le rodeaban las muñecas. «¡Salvad Darfur!», gritaba desde detrás de una mesa cubierta con panfletos que urgían a los estudiantes: «ACTUAD AHORA. DETENED EL GENOCIDIO EN DARFUR.» Mi aversión a que los universitarios se suban al carro de las causas sociales de moda casi me hizo seguir caminando, pero su siguiente grito me detuvo. «¿No quieres ayudarnos a salvar África?», aulló.
Comentarios
Es antigua (se habla del G-8), pero en plena vigencia
Yiiiaves... me recuerda a un "monologo" de un gran humorista, que lamentablemente ya no se encuentra entre nosotros. Basado en "la protección del planeta" decia algo asi como "la gran mayoría de la gente "ayuda" al medioambiente no porque crean que esta mal, sino para sentirse mejor con ellos mismos. No es el planeta el que esta jodido, es la gente la que esta jodida".
Algo de razón tienes, sobre todo en que existan casos de generosidad casi de ofrecer sobras.
Pero no te confundas, toda la ayuda a África es necesaria. Con el orgullo no se come ni se desinfecta el agua.
Voto negativo. Lo siento.
"Tales campañas, sin importar todas sus buenas intenciones, promueven el estereotipo de África como un agujero negro de muerte y enfermedad"...
#4 No entiendo por que votas negativo.