Interesante eso de que, limitando el déficit, con el tiempo, el estado irá decreciendo pues tendrá su capacidad de invertir limitada. Estaría bien limitar también la deuda de las empresas y familias, a ver qué pasaba. Serían curiosas las reacciones.
Que un déficit público excesivo es inconveniente no lo duda nadie, pero que prohibir el déficit es contraproducente, sólo lo afirman los que carecen de conocimientos económicos o, peor, quieren engañar a la ciudadanía.
La economía de una nación no es similar a la economía de una familia, aunque sí pueden asimilarse en algunos aspectos, y en esta reforma constitucional podemos hacer un símil: Se prohíbe a las familias pedir préstamos. Seguro que bancos, inmobiliarias o vendedores de coches pondrían el grito en el cielo.
Sin embargo, con la reforma constitucional propuesta, los bancos no se quejan, entre otras cosas porque garantiza el pago de la deuda pública como prioridad en el gasto. No las pensiones, la sanidad o la educación, lo prioritario es el pago de la deuda.
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Interesante eso de que, limitando el déficit, con el tiempo, el estado irá decreciendo pues tendrá su capacidad de invertir limitada. Estaría bien limitar también la deuda de las empresas y familias, a ver qué pasaba. Serían curiosas las reacciones.
Que un déficit público excesivo es inconveniente no lo duda nadie, pero que prohibir el déficit es contraproducente, sólo lo afirman los que carecen de conocimientos económicos o, peor, quieren engañar a la ciudadanía.
La economía de una nación no es similar a la economía de una familia, aunque sí pueden asimilarse en algunos aspectos, y en esta reforma constitucional podemos hacer un símil: Se prohíbe a las familias pedir préstamos. Seguro que bancos, inmobiliarias o vendedores de coches pondrían el grito en el cielo.
Sin embargo, con la reforma constitucional propuesta, los bancos no se quejan, entre otras cosas porque garantiza el pago de la deuda pública como prioridad en el gasto. No las pensiones, la sanidad o la educación, lo prioritario es el pago de la deuda.