Llevo unos días dándole vueltas a un artículo de Ignacio Sánchez-Cuenca que apareció por El País este fin de semana pasado. Su idea básica (resumo, pero mejor leedlo - vale la pena) es que las democracias desarrolladas están perdiendo poder a marchas forzadas, con muchas de sus decisiones y competencias delegadas o absorbidas por agencias tecnocráticas independientes, organizaciones internacionales o los vaivenes de los mercados internacionales.
Comentarios
En el caso de Cataluña, en cambio, hay que escoger entre no-soberanía o prosperidad. Y, lo que son las cosas, de momento escogemos la no-soberanía a costa de la prosperidad. Pero cada vez somos menos tontos ...
El problema es que ante la falta de información, las votantes, pueden pensar que esas medidas que exigen los mercados y que entrañan la perdida de soberanía política, son decisiones de gobierno. Y ante ese error por desinformación tienden a creer que se soluciona cambiando de partido político en el gobierno. Por lo tanto antes de escoger ,sí ese fuera el dilema, es necesario saber.