"Me da vergüenza tu programa; esta gente es gentuza". Chabeli Iglesias se levanta estupefacta de un sofá con la forma de unos enormes labios rojos. Se quita el micro y abandona el plató del brazo de su representante. Ha cobrado unos 42.000 euros (siete millones de pesetas entonces) por apenas unos minutos de entrevista. Gentuza son, para ella, Karmele Marchante, Jesús Mariñas, Lydia Lozano... Es el 13 de marzo de 1997.
Hay una pequeña minoría en nuestro país, que no le gustan estos programas, pero hay que reconocer que dan mucha audiencia y que a la gran mayoría de los espectadores les encanta. Han acabado por sustituir el peliculón del Sábado, que a veces ni era peliculón, ni aunque lo fuera podía acertar en el gusto de la mayoría de la audiencia.
Estos programas están ahí, es un nuevo tipo de teatro o de género representativo que entretiene a la gente como antaño lo hacía el teatro tradicional.
Comentarios
Hay una pequeña minoría en nuestro país, que no le gustan estos programas, pero hay que reconocer que dan mucha audiencia y que a la gran mayoría de los espectadores les encanta. Han acabado por sustituir el peliculón del Sábado, que a veces ni era peliculón, ni aunque lo fuera podía acertar en el gusto de la mayoría de la audiencia.
Estos programas están ahí, es un nuevo tipo de teatro o de género representativo que entretiene a la gente como antaño lo hacía el teatro tradicional.
#1
Yo diría que es al revés, que hay una minoría a la que sí le gustan estos programas. Lo que ocurre que les salen rentables a las cadenas.
Quince años con la gentuza esta! Si se lo hubieran cargado a tiempo!