Se trata sin duda del paradigma del reciclaje: a Michel de Broin se le ocurrió reconvertir un contenedor de basura en un improvisado jacuzzi para relajarse los fines de semana. Para ello, ha recubierto todo el interior de una capa azul impermeable y ha añadido un filtro que asegure la pureza del agua. Hombre, bonito no es, pero tienes que salir como nuevo de ahí...
Comentarios
Si utiliza un contenedor de basura, no quiero pensar en cómo hace las burbujas...
Ese Jacuzzi es pura basura!
Ese hombre tiene un serio problema de autoestima...
Original, pero una manita de pintura exterior tampoco le hubiera ido mal... aunque fuera de verde-contenedor