Publicado hace 11 años por sonrisadecrack a adiosladrilloadios.libremercado.com

Imaginemos un señorito que gana, brutos, 300.000 euros al año. Después de impuestos se le quedará en poco más de la mitad, unos 155.000. Imaginemos que al tal fulano no le llega. Es decir, que se gasta al año 250.000, por lo que tiene que recurrir a endeudamiento.Imaginemos, por último, que, acuciado por las deudas, nuestro protagonista se declara insumiso fiscal y le espeta a la Hacienda Pública que “mi problema no es de ingresos, sino de fiscalidad”

Comentarios

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Son sus costumbres y hay que respetarlas