Basta sintonizar en la tele caricaturas japonesas para que salten a la vista mujeronas cuyas minifaldas revelan picones fuera de su órbita, muslos como perniles y pechos que hacen lucir macilenta a Roxana Díaz. Los animes o dibujos animados nipones son blanco de críticas por su carga sexy y violenta. No soy experto en la materia para decir lo contrario, pero sí disiento rotundamente de quienes afirman con nostalgia que las “comiquitas de antes” eran la pulpa del candor. Popeye, por ejemplo, fue el colmo de la doble moral, un fumador compulsivo
Comentarios
Hay que enlazar al post, no al blog, así: http://cronicasdelocronico.blogspot.com/2007/06/candy-al-banquillo.html
En cualquier caso, es autobombo, y para eso no está Menéame. Échale una mirada a PromotingBlogs.
¿qué fumas? WTF da ya link nigga? http://cronicasdelocronico.blogspot.com/
Escarpia, me has dejado a cuadros.
Ya que no eres experto dime, quien es Roxana Diaz? porque yo si que no lo se.