Hace 12 años | Por Marteta a elpais.com
Publicado hace 12 años por Marteta a elpais.com

Unas 500 familias del barrio Sagrado Corazón de Lugo llevan un mes haciendo casi de todo para forzar al Obispado a que dé marcha atrás en su decisión de apartar a los dos sacerdotes de siempre, Guillermo Méndez, que ha envejecido en la parroquia, y a su ayudante, Miguel Fernández Villarino, y poner en su lugar un párroco kiko, es decir, un discípulo del Movimiento Neocatecumenal.

Comentarios

juvenal

Este obispo Carrasco Rouco no hace mas que seguir los dictados de su tío Rouco de Madrid (ay, el nepotismo) que tiene a los kikos como fuerza de infantería para todos sus actos públicos.

DexterMorgan

Luego se preguntan por qué cada vez va menos gente a la iglesia.
Es lógico, con su rigidez y su desconexion de la realidad, solo se quedan dentro los mas fundamentalistas.

D

MonEsVol no aceptaría jamás una medida de ese tipo.

Ramen.