"Es raro ver Auschwitz en color y no en blanco y negro. Ahora, puedo pisar su suelo, mirar el mismo cielo que debían ver los presos de este campo de concentración. Es raro porque es real. No se puede escribir poesía después de Auschwitz, según Adorno. Como si fuera el punto final de la Historia, y no un punto y seguido. ¿Cómo pudo suceder? nos preguntamos en pleno siglo XXI. Aunque no surgió de un día para otro. ¿Cuál fue el punto de no retorno, el pasito que desembocó en Auschwitz?" Con lo que pasa en Grecia, España... ¿estamos ahora cerca?
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Pisar su suelo y ver su cielo, salvando la diferencia de que por la combustión de cuerpos, el suelo carecía de vegetación y fauna y el cielo carecía de pájaros y estaba cuvierto por un humo y olía de diferente manera. En ningún caso nos podemos ni imaginar lo que se vivió allí.
#1 Los supervivientes parecían tener eso muy claro: “los que estuvimos allá, nunca vamos a poder salir; los que no estuvieron, nunca van a poder entrar...” Pero aún así intentaron comunicar una y otra vez la experiencia para que no se volviera a repetir. Como Primo Levi: “cuando estaba en el campo de concentración tenía siempre el mismo sueño: soñaba que regresaba, que volvía con mi familia y les contaba, pero no me escuchaban. La persona que tengo delante no me escucha, se da media vuelta y se marcha. En el campo les conté a mis amigos este sueño y me contestaron: A nosotros nos pasa lo mismo”. http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/11220/Escribir_despues_de_Auschwitz/
Hay una frase en el artículo cierta al 100%, que la viví con mis propios ojos: algunos turistas imbéciles que llegan van partiéndose de risa, literalmente. Al acabar la visita, nadie sonríe.
Por cierto, no es que le hayan cambiado el nombre al pueblo, Oświęcim es el nombre en polaco y Auschwitz, en alemán.