Todos los años salen nuevas entregas de videojuegos que llevan con nosotros mucho tiempo. El tipo de títulos que tan solo renuevan algunos aspectos jugables y actualizan determinados datos. Es el caso, por ejemplo, de los juegos deportivos como FIFA, que apenas aportan algo diferente respecto a la edición anterior (fichajes, algún equipo nuevo, etc.). Sin embargo, lanzamientos como el de Assassin’s Creed IV: Black Flag, denotan que la industria del videojuego tiene un problema con las nuevas historias.
Comentarios
En el caso de la aventura protagonizada por Desmond Miles, sólo se cambia la época en la que se desarrolla la historia y se incluye la posibilidad de mantener batallas entre navíos. El resto es un calco a su predecesor y, posiblemente, a su futuro sucesor.
Desmond Miles no será el nexo entre el pasado y el presente. Ni de este juego ni de juegos venideros.