Hace 13 años | Por Nazanian a elpais.com
Publicado hace 13 años por Nazanian a elpais.com

Qué admirables me parecen los jóvenes manifestantes ante los que hablé el otro día, esos egipcios unidos contra las injusticias y que comparten una ira que nadie va a poder dominar. El martes fue para mí un día inolvidable. Me uní a los manifestantes en El Cairo, junto con los cientos de miles de personas que, en todo Egipto, salieron a la calle para exigir libertades y enfrentarse a la terrible... (Leed hasta el final).

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esperanza de un cambio, un nuevo mundo esta surjiendo, tendremos que quitarnos este traje de corrupcion que nos impide ser libres y felices como iguales

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A mi se me ha hinchado el corazón leyendo esto:
"Un joven manifestante me contó que, cuando corría para huir de la policía el martes, entró en un edificio y llamó a un piso cualquiera. Eran las cuatro de la mañana. Le abrió la puerta un hombre de 60 años, con el miedo visible en el rostro. El manifestante pidió al hombre que le escondiera de la policía. El hombre le pidió que le enseñara su documento de identidad y le invitó a entrar, e incluso despertó a una de sus tres hijas para que le preparase algo de comer. Se sentaron a comer y beber té y acabaron charlando como viejos amigos. Por la mañana, cuando se había alejado el peligro de que detuvieran al joven manifestante, el hombre le acompañó a la calle, le buscó un taxi y le ofreció un poco de dinero. El joven se negó y le dio las gracias. Mientras se daban un abrazo, el hombre le dijo: "Soy yo quien debería darte a ti las gracias por defendernos a mí, a mis hijas y a todos los egipcios".
Así comenzó la primavera egipcia. Mañana veremos una auténtica batalla.