... La sociedad victoriana se reguía por los principios puritanos: vida discreta y ordenada, austeridad económica, metodismo religioso y conservadurismo político. El libro de cabecera de los puritanos era el “Libro de etiqueta de lady Gough” (una especie de manual del perfecto puritano). Entre otras muchas lindezas, se aconsejaba, en aras del decoro, no mezclar en una misma estantería los libros escritos por hombres y por mujeres
#1:
Tambien había una ley que permitía al marido pegarle a su mujer con una vara cuyo grosor no excediera el pulgar del susodicho marido... cosas que se han dejado muy atrás y para bien.
Tambien había una ley que permitía al marido pegarle a su mujer con una vara cuyo grosor no excediera el pulgar del susodicho marido... cosas que se han dejado muy atrás y para bien.
Bah. Mucho peor el nacional-catolicismo, donde va a parar. Y los escritos de Pablo de Tarso ni os cuento.
Bueno, sí:
“las mujeres cállense en las asambleas; que no les está permitido tomar la palabra; antes bien estén sumisas como también la Ley lo dice. Si quieren aprender algo, pregúntenlo a sus propios maridos en casa; pues es indecoroso que la mujer hable en la asamblea.” (Primera Epístola a los Corintios, 14, 34-36)
Comentarios
¿Por qué? ¿Podrían tener libritos? !
Tambien había una ley que permitía al marido pegarle a su mujer con una vara cuyo grosor no excediera el pulgar del susodicho marido... cosas que se han dejado muy atrás y para bien.
#2 Si, ediciones de bolsillo
#2 O libretas.
#2: o librillos,
#1 incluso si el hombre tenía unas manos como palas? pobres mujeres.
Bah. Mucho peor el nacional-catolicismo, donde va a parar. Y los escritos de Pablo de Tarso ni os cuento.
Bueno, sí:
“las mujeres cállense en las asambleas; que no les está permitido tomar la palabra; antes bien estén sumisas como también la Ley lo dice. Si quieren aprender algo, pregúntenlo a sus propios maridos en casa; pues es indecoroso que la mujer hable en la asamblea.” (Primera Epístola a los Corintios, 14, 34-36)
#2 Hmmm... ¡libritos! http://tinyurl.com/32oqg9a
La estantería debía ser como la cama, sólo podían compartirla si estaban casados
Vaya, eso hace el Instituto de la Mujer, subvenciona libros escritos por mujeres.