Según la ONU, Israel ha matado en Líbano a 1.183 personas y más de 4.000 quedaron heridas tras los bombardeos. Además, varias personas -entre ellas un niño- han muerto tras la explosión de artefactos que no llegaron a explotar tras el cese de los combates. Según Bilal Naim, miembro de Hizbulá y responsable de la reconstrucción, cerca de 6.000 viviendas han sido reducidas a escombros por los bombardeos israelíes sobre los barrios del sur de Beirut y otras 12.000 han quedado seriamente dañadas de manera parcial tras el bombardeo.