Publicado hace 10 años por dalaicusina a niunagotaeneltintero.wordpress.com

Había una vez una señora pata que pasaba día y noche incubando sus huevos para que sus patitos se desarrollaran sanos y fuertes y fueran capaces de enfrentarse al mundo que los esperaba cuando nacieran. Una mañana, algo cansada de tanto esperar, sintió un movimiento bajo sus plumas que la hizo emocionarse. —¿Estáis ahí, hijos…