Que nos han pintado la cara de rojo en Brasil 2014 es todo un hecho. Que hemos hecho totalmente el ridículo, no hay dudas. Se puede decir de todo a la selección y la podemos acusar de muchas cosas, pero, hay una cuestión, a mi modo de entender más fundamental y es quien dirige el cortijo que se ha convertido una selección, que hasta hace seis años era la eterna promesa que se diluía por el camino.

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Villar, además, no ha dado la cara. Mientras la selección entrena a 6ºC y juega a 27-28ºC, mientras Villar, tiene su sede en Copa Cabana, que ya sabemos que localización es esta, conocida por su fiesta y su ambiente libertino. Mientras él se lo pasa estupendamente, los que tienen que jugar y dar la cara, son machacados y apaleados, por culpa de una planificación lamentable. Villar además, pese al ridículo, dice que por el seguiría Del Bosque, cuando lo que necesita la selección al completo es un entrenador que cambie el sistema, aporte ideas nuevas y frescas, cree una nueva convocatoria de jugadores, que sean capaces de cambiar un sistema previsible y obsoleto. Villar, sigue manejando el mundo de la federación a su antojo, llenándose los bolsillos, mientras los escándalos se suceden. Quizá, el ultimo más llamativo, es el que habla de que gracias a la conexión de la federación y Villar, se votó a Catar y se ayudó a que otras federaciones de otros países votaran por un mundial, que también tiene muchísima tela.

Villar & Qatar: todo lo que tocan lo impregnan de transparencia.