"Aquel quien pierde sus riquezas pierde mucho; aquel quien pierde a un amigo pierde más; pero el que pierde el valor lo pierde todo". Estas palabras del universal Miguel de Cervantes no debieron llegar a oídos del francés Pierre Charles Silvestre de Villeneuve o al menos no hicieron mella en él, ya que el vicealmirante de la flota francesa durante las guerras napoleónicas huyó del enemigo británico en repetidas ocasiones. Y al final, cuando se decidió a plantarle cara al inglés en el Mediterráneo, todo el mundo se le opuso.
Comentarios
Pues ya podía haber corrido un poco menos antes y haberle hecho un poco más de caso a los expertos que le decían que se estuviera quieto en Trafalgar.
Incluso podía no haber cambiado de planes a mitad de batalla, que la desorganización que lió montó la de Dios.
Incluso podía no haber consentido que huyese la mitad de la flota francesa de la batalla sin disparar un solo tiro, dejando a la flota española prácticamente a su suerte.
Incluso podía haberse suicidado diez días antes.
Aunque España, con los reyes que tenía en aquella época y los dos primos que "disfrutamos" después (entre Isabel y los Carlos) estaba jodida con o sin guerra. Pero bueno, cuatro guerras siempre será peor que ninguna.
#1
Me ha encantado tu comentario. Buenísimo a todas luces.