Hace 9 años | Por wcaliza a satanismylord.com
Publicado hace 9 años por wcaliza a satanismylord.com

"La pesadilla comenzaba a los pocos segundos de entrar en el vestíbulo… El olor a orina, cerveza y sudor rancio emergía de entre las sombras, las luces habían vuelto a ser destrozadas y el pasillo, destruido, estaba totalmente a oscuras. El silencio reinante no significaba que no hubiese nadie allí. Caminar era escuchar botellas rotas y jeringuillas crujir bajo tus pies. Con suerte, uno de los tres ascensores de la torre podía no estar estropeado. Graffiti fresco, condones usados o un vagabundo desmayado era lo que solía esperar en su interior"