Seguramente lo dermatofagía suene como algo muy raro, pues bien dermatofagia es el hábito de morderse la piel y (en ocasiones) comérsela, suena desagradable sí, pero es mucho más frecuente de lo que parece
Una persona muy próxima a mí padece ese síndrome. Le pasaré el artículo, porque creo que no es consciente de que se trata de un desorden psicológico que, al parecer, admite tratamiento. Por lo que me ha referido, empezó desde niño con la onicofagia y pasó, ya adulto, a la dermatofagia. Ver sus dedos es sumamente desagradable. Las uñas son apenas un recuerdo y las yemas de los pulgares e índices suelen mostrar heridas. Según me cuenta, cosas tan sencillas como limpiar un banco de cocina con un trapo empapado en lejía o tomar un pellizo de sal para echar en la comida se convierten en una tortura por el escozor. Sin embargo, la compulsión lo puede.
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Una persona muy próxima a mí padece ese síndrome. Le pasaré el artículo, porque creo que no es consciente de que se trata de un desorden psicológico que, al parecer, admite tratamiento. Por lo que me ha referido, empezó desde niño con la onicofagia y pasó, ya adulto, a la dermatofagia. Ver sus dedos es sumamente desagradable. Las uñas son apenas un recuerdo y las yemas de los pulgares e índices suelen mostrar heridas. Según me cuenta, cosas tan sencillas como limpiar un banco de cocina con un trapo empapado en lejía o tomar un pellizo de sal para echar en la comida se convierten en una tortura por el escozor. Sin embargo, la compulsión lo puede.
La mano de la foto da angustia verla.
Aviso.