Hace 2 años | Por retruecano a elespanol.com
Publicado hace 2 años por retruecano a elespanol.com

A medida que se iba acercando el año 1000, Incluso la Iglesia, que no parecía muy convencida de la idoneidad de los pontífices elegidos hasta ese momento, decidió tras la muerte de Gregorio V, en febrero de 999, que era el momento de elegir para el trono romano a una persona culta, “que fuese presentable si nuestro Señor Jesucristo viniese a juzgarnos personalmente”...

Comentarios

themarquesito

El papa más conocido por el gran público diría que es Alejandro VI, conocido como "el papa Borgia", aunque su tío había sido también antes que él.
Rodrigo de Borja (Borgia es la versión italianizada) no era más corrupto, lascivo, o escandaloso que el resto de la Curia, pero se cargaron contra él las tintas porque no era romano, o al menos no era italiano. Como pontífice no fue malo en absoluto, pero suele quedar flotando por ahí la leyenda negra difundida por su declarado enemigo Burchardt, que tampoco es sustancialmente distinta de las barbaridades que escribió Procopio de Cesarea contra Justiniano I en la Historia secreta.
Es verdad que Alejandro protegía a su hijo César de cualquier represalia por sud atropellos, pero tampoco es una excepción. Paulo III, sin ir más allá, protegió contra viento y marea a su hijo Pedro Luis Farnesio, que era indudablemente un monstruo. A este respecto recomiendo la lectura del Diálogo de Caronte con el ánima de Pedro Luis Farnesio.

ewok

#1 El papa Alejandro IV era un avanzado que puso a dirigir a la curia a su hija Lucrecia Borgia.
Paulo III es quien nombró a cardenal al portugués Miguel da Silva, cuya historia no tiene desperdicio. https://gl.wikipedia.org/wiki/Miguel_da_Silva
El rey Juan III de Portugal lo quería matar (literalmente) por cositas como que le dieron el puesto de cardenal a Don Miguel, pero se lo negaron al infante, o que fue quien intercedió para que el papa permitiera que su novia Leonor se casase con su padre y no con él.
Las embajadas de Portugal en Roma eran una fiesta, Tristão da Cunha había organizado un desfile carnavalesco unos años antes con animales de la India portuguesa, entre ellos un elefante que duchó con su trompa a los prelados y acabó siendo mascota de León X (que che ten un aire aElbarroquistaElbarroquista) y el rinoceronte, que acabó naufragado, que pintó Durero sin haberlo visto.

Pero el papa más "artista", el Wojtila. Con los episodios tan chungos que tuvo, y por aquí es recordado por frases como "Eu tamén son da Galizia" dicha en Santiago (da Galicia polaca, claro) o la mítica "Se Deus é brasileiro, o papa é carioca", sesudamente comentada en su centenario

themarquesito

#2 Miguel da Silva es un personaje muy llamativo, pero poco conocido fuera de Portugal. Del mundo cardenalicio yo tengo particular querencia por mi señor don Pedro González de Mendoza, un tipo cultísimo, munificente casi sin límites, y hábil administrador. Además de haber fundado el Colegio Mayor de la Santa Cruz de Valladolid, creó un palacio rico en Guadalajara, financió parte del de Cogolludo para su sobrina, hizo reformas en la catedral de Sigüenza, fue un firme valedor de Colón en la corte, y ante todo era "el tercer rey de España". Especialmente curioso resulta que no asistiese al cónclave de 1492, ya que no se excusó alegando motivos de salud como André d'Espinay, o como Luis del Milá. Mayormente, a Mendoza no le apetecía ir al cónclave ya que tenía cosas más útiles que hacer, como administrar sus territorios y ayudar en el gobierno a los Reyes Católicos. El cuarto cardenal ausente fue Pierre d'Aubusson, que tenía problemas más gordos que un cónclave, como repeler el asedio turco de Rodas.
Rodrigo Borgia no habría salido elegido sin la inestimable ayuda del portugués Jorge da Costa, que era el cardenal más rico del cónclave con muchísima diferencia.