Hace 10 años | Por tianherdez a yorokobu.es
Publicado hace 10 años por tianherdez a yorokobu.es

La cabeza visible de este movimiento anti-videojuegos fue Ronnie Lamm, la presidenta de la asociación de padres y profesores de la isla neoyorquina de Long Island. Desde 1981, esta exprofesora y madre de dos niños lideró una campaña que reclamó una regulación para limitar el consumo de videojuegos y que logró frenar la apertura de varios salones recreativos.