Hace 2 años | Por --672554-- a cnbc.com
Publicado hace 2 años por --672554-- a cnbc.com

Para los niños que aún no han desarrollado plenamente sus habilidades de pensamiento crítico, las verdades básicas están siendo distorsionadas por la combinación de desinformación en las redes sociales y una creciente población de padres engañados y radicalizados.

Comentarios

D

#4 vamos, cómo hacen los centros de adoctrinamiento nacionalcatolico (fascismo), con el dinero ROBADO a la educación pública


Me lo auto impongo y ya mañana me flagelo

f

#5 Hombre, dejales que camelen que no solo vamos a adoctrinar la gente de izquierdas. Te imaginas que no hubiera fachas a quien criticar? Solo nos quedaria purgarnos entre nosotros como pasa cuando se consigue la revolucion.

Maitekor

#4 Cual es la mentira de la plandemia?

Varlak

#9 Hay que explicaroslo todo....

Maitekor

#11 Es que no me he enterau

anodino

Mas bien REprogramarlos.

f

#2 Obey the state.

M

Tremendo, "desprogramarlos" cuando en la imagen parece una proyección de Microsoft Windows. Y aunque se tratase de una aplicación de terceros, estos "sistemas" se han metido en vuestra vida de forma peligrosa. Y lo habéis permitido.

hijomotoss

Ya queda alguno vivo? Yo pense que se los habian comido.

Las religiones y sectas siempre han sido el enemigo mas acérrimo de la humanidad y su progreso. El negacionismo, antivacunas y sobre todo movimientos ultras como QAnon que los engloban y atraen a las tesis mas fanáticas de la ultraderecha, funcionan como religiones y/o sectas.
Sus miembros carecen del mas básico sentido crítico, bien adoctrinados abrazan cada bulo, fake new y tweet de sus lideres y grupos de opinión como si fuera la palabra de dios. Algo curioso cuando llevan desde el principio llamando "borrego" al resto que no piensa ni actúa como ellos por seguir el "relato oficial".
QAnon es el "Talibán" occidental, fundado en extrañas creencias, retorciendo y cultivando fundamentalismos religiosos preexistentes y utilizando todas las herramientas que están a su alcance para lograr sus fines. Mientras, el resto de la población asiste inmutable el ascenso del fanatismo mas rancio sin apenas hacer nada. Pocos se plantan y lo combaten. Cuando toquen gobierno aquí, que no dudo que tarden mucho si seguimos tan pasivos, va a ser tan difícil echarlos como resulta echar al Talibán en Afganistán.