Hace 5 años | Por preziveli a elespanol.com
Publicado hace 5 años por preziveli a elespanol.com

Con Adolf Hitler ya en el poder y la maquinaria del Holocausto engrasada, Lilly Cassirer se vio obligada a vender el Pissarro a un marchante de arte del partido nazi por un precio ridículo, 360 dólares, y un visado para huir de Alemania y escapar así de una muerte segura en algún campo de exterminio. Ahora, por un lado, se encuentran los Cassirer, que reclaman ser los propietarios legítimos de la obra expoliada por los nazis, en el otro, la Fundación Thyssen, que adquirió el lienzo en 1993 al barón Hans Heinrich Thyssen‐Bornemisza.