Ansiedad crónica, depresión, adicción... ¿Cómo se puede evitar que la pandemia de COVID-19 provoque una epidemia de enfermedades mentales? [Francés con subtítulos en español]
"Bromas aparte (los comentarios anteriores que intentan de alguna forma restar gravedad al tema) os cuento una anécdota que me pasó en septiembre pasado, nada más comenzar el curso en mi instituto:
Las primeras sesiones con mis alumnos, esos que de forma más o menos inocentes empezaron 1º de ESO durante el año de la pandemia, fueron de todo menos "normales". Les hablaba y parecían en estado de shock, respondiendo con frases hechas, automatizando gestos, mostrando un desapego emocional hacia todo aquellos que debería resultar emocionante al empezar el curso después de unas vacaciones de verano... Bueno, pues bajé a jefatura y delante de la directiva y la orientadora, les expuse la situación, sugiriéndoles que contactaran con salud mental de la comarca para solicitar una charla para los adolescentes y transmitirles un mensaje de tranquilidad (que no normalidad) y abriendo un espacio en las clases de tutorías para una libre expresión de las emociones.
El mensaje cayó en saca roto.
El resultado, meses después es que han subido las incidencias por peleas y conflictos entre los alumnos del centro y a ratos el ambiente es irrespirable. Pero los que deberían reaccionar NO HACEN NADA.
Vivimos en un país en el que tradicionalmente ocultamos nuestras emociones y la comunicación se limita a lo estrictamente necesario en todos los ámbitos. Y eso pasa factura, especialmente en situaciones como la actual, en la que todos tenemos que echar mano de nuestros recursos interiores para hacer frente a una vida cotidiana que no se parece mucho a la que teníamos antes.
Si seguimos así, los jóvenes de hoy se convertirán en unos adultos inútiles, neuróticos e ignorantes. Y entonces nos llevaremos las manos a la cabeza preguntándonos por qué no hicimos nada antes.
#1 "Si seguimos así, los jóvenes de hoy se convertirán en unos adultos inútiles, neuróticos e ignorantes" lamento decirte que es así. Pero es algo generalizado, no solo en España. Nuestra generación tuvo la televisión y ellos tienen YouTube. Los adolescentes no quieren aprender, porque toma mucho tiempo, solo quieren estímulos rápidos, un video de 1 minuto mejor que uno de 5 y muchísimo mejor que uno de 30, igual pasa con las clases. Cuantos adolescentes ver leer un libro, ¿1 de 30? y ese será seguramente el marginado (que en mi generación éramos quizás 5 de 30). Además no se les enseña pensamiento crítico, y lo que lean lo asumirán como correcto, sin hacerse preguntas, y encima la sociedad fomenta que se aísle al que hace preguntas.
La sociedad que tendremos en 20 años estará aún más polarizada, dividida en dos grupos A o B (fachas o rojos, del madrid esport o del barca esport...) y aquel que no sea de A o B será enemigo de ambos, por lo que fomentar la mediocridad para pertenecer a un grupo será aún mayor que ahora.
Comentarios
Esto lo comenté en un artículo de mnm de abril..
"Bromas aparte (los comentarios anteriores que intentan de alguna forma restar gravedad al tema) os cuento una anécdota que me pasó en septiembre pasado, nada más comenzar el curso en mi instituto:
Las primeras sesiones con mis alumnos, esos que de forma más o menos inocentes empezaron 1º de ESO durante el año de la pandemia, fueron de todo menos "normales". Les hablaba y parecían en estado de shock, respondiendo con frases hechas, automatizando gestos, mostrando un desapego emocional hacia todo aquellos que debería resultar emocionante al empezar el curso después de unas vacaciones de verano... Bueno, pues bajé a jefatura y delante de la directiva y la orientadora, les expuse la situación, sugiriéndoles que contactaran con salud mental de la comarca para solicitar una charla para los adolescentes y transmitirles un mensaje de tranquilidad (que no normalidad) y abriendo un espacio en las clases de tutorías para una libre expresión de las emociones.
El mensaje cayó en saca roto.
El resultado, meses después es que han subido las incidencias por peleas y conflictos entre los alumnos del centro y a ratos el ambiente es irrespirable. Pero los que deberían reaccionar NO HACEN NADA.
Vivimos en un país en el que tradicionalmente ocultamos nuestras emociones y la comunicación se limita a lo estrictamente necesario en todos los ámbitos. Y eso pasa factura, especialmente en situaciones como la actual, en la que todos tenemos que echar mano de nuestros recursos interiores para hacer frente a una vida cotidiana que no se parece mucho a la que teníamos antes.
Si seguimos así, los jóvenes de hoy se convertirán en unos adultos inútiles, neuróticos e ignorantes. Y entonces nos llevaremos las manos a la cabeza preguntándonos por qué no hicimos nada antes.
Este puto país no tiene solución."
#1 "Si seguimos así, los jóvenes de hoy se convertirán en unos adultos inútiles, neuróticos e ignorantes" lamento decirte que es así. Pero es algo generalizado, no solo en España. Nuestra generación tuvo la televisión y ellos tienen YouTube. Los adolescentes no quieren aprender, porque toma mucho tiempo, solo quieren estímulos rápidos, un video de 1 minuto mejor que uno de 5 y muchísimo mejor que uno de 30, igual pasa con las clases. Cuantos adolescentes ver leer un libro, ¿1 de 30? y ese será seguramente el marginado (que en mi generación éramos quizás 5 de 30). Además no se les enseña pensamiento crítico, y lo que lean lo asumirán como correcto, sin hacerse preguntas, y encima la sociedad fomenta que se aísle al que hace preguntas.
La sociedad que tendremos en 20 años estará aún más polarizada, dividida en dos grupos A o B (fachas o rojos, del madrid esport o del barca esport...) y aquel que no sea de A o B será enemigo de ambos, por lo que fomentar la mediocridad para pertenecer a un grupo será aún mayor que ahora.