Hace 4 años | Por herodes a deverdaddigital.com
Publicado hace 4 años por herodes a deverdaddigital.com

Andalucía fue durante buena parte del siglo XIX la segunda región más industrializada de España, compitiendo con Cataluña y superando en muchos casos al País Vasco. No fue “el endémico atraso” el que hundió algunas de las industrias andaluzas más florecientes durante el siglo XIX, sino la voluntad política, o mejor dicho la falta de ella. Entre 1930 y 1960 la dictadura fascista prioriza otros focos industriales, relegando a Andalucía.

Comentarios

eldarel

#6 ¿leíste el artículo?

D

Entre todos la mataron y wella sola se murió. En el textil la protección a Cataluña fue la puntilla. lol

D

Casi todas las explicaciones son válidas, en alguna medida, pero lo que las une a todas es que las clases 'altas'' en Andalucía nunca han tenido, salvo honrosas excepciones, vínculos afectivos con la población autóctona, de ahí la figura del 'señorito' y su desdén hacia sus 'paisanos. Y lo terrible es que continúa hoy dia, Alba, Larios, etc... se ven reflejados en la burguesía de madrid donde construyen sus' palacetes' y desprecian a los 'paletos que trabajan sus tierras'.

Mas triste aún es lo de las clases medias, que reniegan de su cultura y singularidad queriendo parecerse a 'los señoritos' y viendo la cultura popular como 'cosa de gitanos y de incultos'.

Sinyu

No sé si funcionó igual en Andalucía que en Catalunya, pero en muchos pueblos catalanes había dos clases dirigentes distintas los señores (arrendadores de tierras) y los industriales. Los primeros al ver su posición dominante a nivel social comprometida, intentaron arrinconar (sin exito) a los segundos. Seguramente por el tamaño de las explotaciones Agrarias y la incapacidad de acomular mas capital que los segundos.
Supongo que en Andalucía pasó algo parecido, pero con el resultado opuesto. ¿Será por el tamaño de las explotaciones agrarias?

h

#1 En Andalucía fue un cúmulo de circunstancias, unas debidas a la inoperancia política, otras por mala fortuna y otras también por una ubicación geográfica que no ayudaba.

Entra la mala fortuna, por ejemplo, una plaga de filoxera destruyó toda la producción vinícola, que era de las más importantes del país.

La ubicación hacía que fuera caro traer carbón de Asturias, y aún más de Inglaterra, porque los aranceles protegían la producción nacional.

Y desde el punto de vista político, nunca se fomentó ni apoyó el mantenimiento de la industria andaluza, y se optó por favorecer otros territorios como forma de apaciguar tensiones nacionalistas. Tampoco la concepción centralista del Estado ayudó, y se prefirió impulsar antes líneas que confluían con Madrid que la tan necesaria Málaga-Córdoba, que hubiera solucionado el problema del carbón.

D

#2 hablamos de los altos hornos de Marbella que no tenían materia para quemar?
Hablamos de los señoritos fascistas que querían seguir con el monopolio de la contratación?
Lo demás .....mentiras.

Jesulisto

#2 Eso de ser "güena gente" no renta mucho, hasta pasa en las familias, el niño que mas chilla es al que más caso le hacen al final.

Yo recuerdo que durante años se estuvo viendo de pena la TV en Málaga porque solo nos dejaron el repetidor de emergencia, el bueno se lo llevaron para un segundo canal autonómico del norte.

Sinyu

#2 Solo un par de cosas, la filoxera afectó también a Catalunya como en todas partes, te diré que muchas de las tierras dedicadas a la vides nunca se recuperaron, por otra parte Andalucía ha tenido y tiene buenos puertos, lugar por donde entraba el carbón como en otras zonas, el único problema geográfico es que no está a lado de la frontera europea, pero tenia a su favor las redes comerciales americanas. Lo de las infraestructuras pues según se mire, y lo de potenciar con industrias del Estado otro tanto.
Creo que tener una clase social latifundista lejos de repartir la riqueza generando industria fue destinada a uso, disfrute y en invertir en otras zonas de las que el pueblo andaluz se vio privado de sus beneficios.
Me reafirmo en la tesis de canibalismo de las clases dirigentes, entre latifundistas e industriales.