Hace 3 años | Por javierreta a youtube.com
Publicado hace 3 años por javierreta a youtube.com

Un breve, pero incisivo análisis sobre Osho y su secta.

Comentarios

v

Justo ayer he terminado de ver Wild Wild Country. Es muy interesante.

Mamawoky

#1 hace poco vi por segunda vez el primer capítulo (después de meses de verlo por primera vez) y lo k me pude reír con las declaraciones de los habitantes del pueblecito, no sabían lo k les venía encima, el del peto me daba mucha pena.

v

#5 ¿El abogado? A mi me da bastante pena también el abogado.

He revisado el capítulo y supongo que quieres decir el abogado.
Si no has visto los otros capítulos te recomiendo que los veas es muy interesante.

Mamawoky

#6 la vi entera hace meses, pero por una amiga vimos el primer capítulo y sabiendo lo k pasa, las palabras del abogado tienen otro significado, por lo menos para mí.

D

Sí, será una secta, porque gilipollas que se juntan cual rebaño, los hay para todos los gustos y colores, pero la base del pensamiento de Osho es la libertad como individuo.

El mejor detector de fascistas aquel que se fija en quién ataca al mensaje y quién al mensajero, estos últimos, suelen ser fascistas.

zentropia

#2 Ehhhh
Osho en última instancia es un hipócrita. Una persona que pide prescindirse de las ataduras materiales para alcanzar un nivel espiritual superior pero que a la vez le encanta su reloj de un millón de dolares, tiene 100 Rolls Royces y disfruta de un harén de decenas de mujeres.
Las críticas son a Osho y a sus acólitos. De que sirve predicar libertad si te esclavizas a ti mismo. Es como defender el mensaje de la cienciólogia, que a la vez que dicen que pienses por ti mismo te comen el tarro.

¿Me dirias que es de fascistas criticar al cristianismo porque la esencia del cristianismo es el amor aunque después no lo practiquen?

casius_clavius

#2 La base de pensamiento de casi cualquier ideología o creencia suele tener algún propósito positivo, pero eso no hace mejor a esa ideología (ni peor). Lo que hace bueno a un movimiento son sus acciones y su coherencia con sus principios. El tal Osho era el típico líder de una secta: un hipócrita avaricioso.