El Rey Prudente, como se le llamaba a Felipe II, fue el dueño y señor literalmente de más de medio mundo, entre 1527 y 1598. Su poder fue tal gracias a la unión de España y Portugal, los dos grandes imperios de la época. Esta unión de imperios fue gracias a su padre el Rey Carlos V el Emperador, que contuvo matrimonio con Isabel de Portugal. Tenemos que decir que Felipe II fue adorado y criticado por igual. La avaricia de poder del rey y las acusaciones de haber asesinado a su esposa e hijo, fueron las claves para el odio de muchos hacia el.
Comentarios
#4 Me gusta tu argumento por la profundidad de tu análisis.
#5 para profunda la lavada de ojete que le han pegado un par comentarios mas arriba
Con un hijo tarado por casarse con su sobrina y tanta consanguiniedad, le aplicó la eutanasia activa.
no empezaron ya las clases del cole?
ponga aquí su crítica a la monarquía
Tan prudente que puso la semilla de la caida de su propia dinastia y de la decadencia del imperio condenándolo al atraso a largo plazo. Todo gracias a su fanatismo religioso y a encerrarse con su corte en medio de la meseta lejos de la burguesía y las rutas comerciales que eran la puerta de entrada al progreso tecnológico y cultural.
#1 Enga ya vengo yo
#2 a ver, es que esto de juzgar la historia desde la óptica actual no tiene mucho sentido. No puedes hablar de fanático religioso cuando hablas del siglo XVI. Debes tener en cuenta, por ejemplo, que entonces impactaron a la sociedad de la época las consecuencias que había tenido en Alemania la aparición del protestantismo, y eso hizo que siempre Felipe II se mostrara intransigente en lo religioso para así asegurarse no perder sus posesiones territoriales y evitar los fracasos de su padre.
Como dice Fernando Checa “Felipe II no era ni puritano ni abominable… Lo que pretendió fue, a través de su mecenazgo, cristianizar la antigüedad clásica, tomar su legado profano y, sin despreciarlo, amoldarlo a los nuevos tiempos”.
Que lo lograra o no, es otro tema. Pero a agua pasada es fácil juzgar ciertas cosas.
#3 era un puto fanatico tarado lo mires como lo mires
#4 me has convencido. Eres un seductor.
#3 Estoy de acuerdo en que la religión era usada como una de las armas de poder del imperio, pero no hay que olvidar que el personaje en sí era rematadamente beato. Cual de los dos aspectos guió sus decisiones no esta claro, pero algo de lo segundo sin duda debe haber. Respecto a lo de aislar la corte no hay tu tía, a la larga las potencias mercantiles donde la corte se mezclaba con los mercaderes tomaron el relevo, mientras otros de los mismos mimbres degeneraron (vease imperio otomano)