Se realiza una vez al año en Burdeos, Francia, con una asistencia que bordea los 10 mil participantes. Los corredores compiten disfrazados y en los puestos de hidratación, pueden catar más de 20 clases vinos locales, la bebida oficial de la prueba. El trasfondo de una competencia muy singular
Sí me representan. En mi caso, probablemente la carrera acabaría en el primer puesto de avituallamiento, pidiendo un café después de avituallarme y encendiéndome un cigarrito después de comer
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Los corredores también pueden probar otras especialidades autóctonas, como queso, dulces, bizcochos, embutidos, carnes asadas y helados.
Este es mi tipo de deporte.
Cuento con que los servicios médicos me recojan en algún punto entre la salida y los cien metros.
Sí me representan. En mi caso, probablemente la carrera acabaría en el primer puesto de avituallamiento, pidiendo un café después de avituallarme y encendiéndome un cigarrito después de comer