Hace 7 meses | Por severian a pagina12.com.ar
Publicado hace 7 meses por severian a pagina12.com.ar

Una tarde otoñal de 1954 Jorge Luis Borges discó el teléfono de Paco Porrúa: “Tengo el prólogo”, le anunció. Un rato después le entregó en mano el manuscrito y le devolvió la segunda edición de The Martian Chronicles. Todavía entusiasmado con la lectura de Ray Bradbury (“¿Qué ha hecho este hombre de Illinois, me pregunto, al cerrar las páginas de su libro, para que episodios de la conquista de otro planeta me llenen de terror y de soledad?”) instó a los directivos de la editorial a crear de inmediato una colección de ciencia ficción.