Publicado hace 9 meses por Ripio a historia.nationalgeographic.com.es

Al contrario que otros cuerpos de élite similares, la guardia real renovaba a sus miembros anualmente. Así los éforos escogían a los 300 mejores luchadores entre todos los jóvenes de 20 años que se unían al ejército tras haber terminado su educación militar (la agogé)... Cualquier joven que no hubiera sido seleccionado podía desafiar a uno de sus miembros a una pelea, quitándole el puesto si ganaba. Esta constante tensión obligaba a los guardias a mantenerse en plena forma si no querían ser expulsados del cuerpo a puñetazos.