Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial el gobierno de Londres distribuyó un folleto en el que recomendaba a la gente poner a salvo sus mascotas en el campo. Y, si no tenían esa posibilidad, sacrificarlas por su propio bien, dada la penuria que se iba a abatir inminentemente sobre el país. En consecuencia, aproximadamente setecientos cincuenta mil animales murieron en una semana. Fue en ese contexto cuando se creó el NARPAC (National Air Raid Precautions Animals Commitee) un organismo para tratar el problema de las mascotas en caso de guerra.
Comentarios
EL gato, el perro o el hasmter, se mata se desolla y se congela. Que en guerra no se sabe cuando hara falta hacer caldereta de gato.
#3 me temo que una caldereta de perro flaco sería poco nutritiva
#4 Pues haces cotillitas. La gente paga una pasta por chupar huesos y tampoco hay tanta diferencia entre un cordero y un perro flaco.
A mi sinceramente las criadillas de gato es lo que mas cosita me daria comerme.
#4 Por esa razón hay que desollarlos a tiempo, cuando aun tienen carnita.
#3 Anda que no está bueno el gato al ajillo. A mucha gente se lo das y se cree que se está comiendo un conejo. Importante quitar el cascabel.
#5 de hecho es la base del turismo de masas, estancia por 10 euros al día, pensión completa
#8 #5 o con arroz. Yo en Barcelona no he visto un gato por la rambla.
#9 ¡hoyga un respeto! ¡en las Ramblas no hay gatos porque los comemos los locales! ¡a los turistas se les sirve arroz con rata, faltaría más!
#10 Os estais americanizando
Da pena, pero tiene su lógica compasiva.
OYOYOY
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