Ahora, el equipo de Eugenio Proto y Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick en el Reino Unido, ha abordado con un nuevo enfoque este enigma y el de por qué ciertos países ocupan los puestos más altos del mundo en felicidad. Estos investigadores han descubierto una tendencia llamativa: Cuanto más cercana esté la composición genética de la población de un país a la de la población de Dinamarca, más feliz será ese país; y a la inversa, a mayor distancia genética de Dinamarca, menor felicidad en la población de una nación.
Comentarios
¿Entonces se equivocaba el tito Chéspir con lo del algo huele a podrido en Dinamarca?
Ser feliz no se hace, se nace.
A mi el ver una danesa me pone feliz. A ver si va a ser eso...
Es wishful thinking de libro puesto que la felicidad seguramente tiene más que ver con el sistema sanitario de los países escandinavos que con la cercanía genética. Le crujiría a estos que dicen ser profesores y tiran por el retrete el dinero público para sacar titulares hechos a medida por periodistas veraniegos que no saben nada del método que usa la ciencia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Pensamiento_ilusorio