Más que por su obra o por su carrera literaria, Catulle Mendès debería ganarse un hueco en la historia por haber conseguido algo que ningún otro escritor logró: escribir su propia muerte diez años antes de que ocurriera. Podría pensarse que es previsible, hasta cierto punto, que un escritor pueda escribir sobre algo que al fin y al cabo tiene que acabar ocurriendo, pero los detalles que da Mendès sobre su propio final parecen demasiado certeros como para ser el fruto de una simple descripción imprecisa.
Comentarios
#0 Muy útiles las etiquetas. Casi imposible que nadie duplique la noticia.