Es verdad que a veces es complicada la relación de los padres y madres con los adolescentes, están en un momento de afirmar su propia personalidad y de oposición a todo lo que viene de la "autoridad", a veces parece que no quieran saber nada de la familia, pero nada más lejos de la realidad, quizá es el momento en que más nos necesitan. Necesitan saber que estamos ahí para apoyarles y acompañarles aunque no sean capaces de expresarlo. Yo resumiría en tres palabras lo que nuestros adolescentes necesitan: Cariño, límites y comunicación.
Comentarios
#3 The Talent Code de Daniel Coyle
#3 Tengo en mente el experimento para crear "el paraíso de los ratones".
(...) a population Calhoun called, "the beautiful ones" (...) didn't breed or fight or do anything but eat and groom and sleep. When the population started declining the beautiful ones were spared from violence and death, but had completely lost touch with social behaviors, including having sex or caring for their young.
¿Los ninis?
Cómo los ratones convirtieron su paraíso privado en una terrible distopía [ENG]
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io9.comY un par de bofetadas de vez en cuando
#1 Necesitamos retos, obstáculos, injusticias que nos revuelvan y nos motiven, como en el Juego de Ender, que lo que hace especial al protagonista es el puteo de su hermano mayor.
Es triste dar una bofetada, pero ¿y sí es peor no darla?
P.D. La esclavitud, la falta de libertad individual es un gran motivador para ser sociales. Antes el vecino era tu amigo porque le necesitabas, ahora es el enemigo. ¿"La paradoja de la libertad"? En Suecia aplicaron políticas para potenciar la libertad individual y hoy les preocupa la soledad.
#2 Hay un libro cuyo título como corresponde no me acuerdo, que sostiene que los corredores más veloces vienen de familias con cuatro hermanos mayores. La necesidad de tener que llegar primero a las mejores cosas los hacen desarrollar velocidad.
#1 ¡Sin ninguna objeción!. Los adolescentes se tienen desestresar soltando un par de buenas bofetadas a sus padres.
#5
Estoy totalmente de acuerdo pero el escrito adolece de "Teorica"y de que esto se tiene que empezar a hacer cuando son muy pequeños, si empiezas de adolescente difícimente lo arreglarás.
Es muy fácil escribir lo de negociar los límites, pero a ver como lo haces con un niñato tozudo que no atiende a nada. Esto necestia de trabajo a largo plazo ,paciencia, saber cuando hay que meter mano dura y cuando no.
Los que escriben estas cosas se deberían abstener si no saben dar herramientas, casos de ejemplo porque decirlas así puede ser hasta contraproducente.
Y lo de la bofetada, pues es síntoma de un fracaso auqnue a veces no haya mas remedioa que darla pero de ahí a glorificarla como algunos aquí hay mucho trecho.
Yo resumiría en tres palabras lo que nuestros adolescentes necesitan: Cariño, límites y comunicación.
CARIÑO: Tienen que sentirse queridos a pesar de que ellos no siempre son capaces de mostrarnos el afecto, es fundamental en su desarrollo sentirse queridos de manera incondicional, les da seguridad en sí mismos y autoestima, ambas necesarias para lograr autonomía.
LÍMITES: Por otro lado los límites son imprescindibles, los adolescentes necesitan conocer esos límites, y aunque expresarán su disgusto con ellos, si no los tuvieran pensarían que no tienen nadie en quien confiar y que vele por sus intereses y seguridad. Es cierto que estos límites a veces necesitan negociación, no es como cuando eran pequeños, ahora hay que argumentar y explicar el porqué de esos límites y en qué les beneficia. Esto no hará que dejen de verlos como una limitación a su libertad pero les ayudará a empatizar con nosotros y conocer nuestros motivos.
COMUNICACIÓN: Es bueno al hablar con los adolescentes hacerlo en términos de responsabilidad de sus actos y consecuencias y no de culpabilidad, la culpabilidad genera una relación desconfianza y en último término una baja autoestima, haciendo que piense "no valgo para nada", "soy un inútil".
Para comunicarnos bien con nuestros hijos adolescentes debemos hacer un ejercicio de empatía y ponernos en su lugar, no decir lo que deben o no deben hacer sino incentivar la reflexión y ofrecer consejo sin imponer.
Es importante escuchar a nuestros hijos sin juzgar, no utilizar en su contra lo que nos dicen favorece la confianza y en definitiva mejora la relación.
Un niño(niña) es como un río que hay que encauzar, de vez en cuando nos van a salir unos meandros preciosos y hay que lidiar con ellos. Pero si no encauzamos ese río, se nos va a desviar demasiado tanto que cuando queramos que vuelva a su cauce no va a ser posible.
Por cierto tratar a una persona adolescente con paternalismo o maternalismo, respecto a seguir pensando que son niños/as es uno de los mayores errores que hay. En realidad a partir de la pubertad dejan de ser niños/as y por ende hay que explicarles que el crecer conlleva tener más libertades para decidir, pero también más responsabilidades.
Salu2