Historia de una antropóloga que vivía en Nueva York, viajó a una tribu perdida de Oceanía para comprender sus costumbres y terminó siendo fundamental para combatir con éxito el "Mal de la vaca loca".
#1 También es interesante, por contraste a lo que se defiende en el artículo, el comentario de un usuario, que critica la trayectoria de las disciplinas humanísticas desde el giro lingüístico:
"La antropología no ha hecho mucho para mantener el "status" de ciencia desde el llamado giro interpretativo. Así que este desprestigio generalizado es producto en buena parte de la propia disciplina (la comunidad antropológica), que ha abandonado (en general, obvio con honrosas excepciones) la rigurosidad científica. Más autocrítica y menos echarle la culpa a los "trolls" que no inventaron ni la hermeneútica, ni la fenomenología, ni el posmodernismo antropológico, ni los "gender studies" y otras "humanidades" afines".
Comentarios
Buen artículo, interesante y con invitación a la reflexión.
#1 También es interesante, por contraste a lo que se defiende en el artículo, el comentario de un usuario, que critica la trayectoria de las disciplinas humanísticas desde el giro lingüístico:
"La antropología no ha hecho mucho para mantener el "status" de ciencia desde el llamado giro interpretativo. Así que este desprestigio generalizado es producto en buena parte de la propia disciplina (la comunidad antropológica), que ha abandonado (en general, obvio con honrosas excepciones) la rigurosidad científica. Más autocrítica y menos echarle la culpa a los "trolls" que no inventaron ni la hermeneútica, ni la fenomenología, ni el posmodernismo antropológico, ni los "gender studies" y otras "humanidades" afines".