Hay muchos síntomas que pueden llevar a pensar que está rota la máquina de hacer ciencia, como comentaba en esta sección Antonio Martínez Ron hace unas semanas. En mi opinión esos síntomas se corresponden con un momento de crisis en la ciencia como actividad profesional, una especie de adolescencia del sector que habrá que gestionar adecuadamente para evitar que caiga en malos hábitos y continúe con un desarrollo saludable. Intentaré justificar esta idea en los siguientes párrafos.
Comentarios
La ciencia ha muerto en cuanto se ha hecho "profesional". Del mismo modo que un soldado "profesional" defiende los intereses de ¿los ciudadanos?, acaso la ciencia "profesional" busca la ¿verdad? ¿Cuáles son los "malos hábitos" y el "desarrollo saludable"? ¿Están bien acaso las ganancias desmesuradas de las editoriales por el trabajo gratuito de "sus" científicos? ¿Es correcto el dineral que cuesta una vacuna de la hepatitis para "compensar" los gastos de su desarrollo? ¿Hay que seguir publicando sin parar, huyendo hacia adelante, cayendo cada vez más en datos falseados y conclusiones incontrastables?