Publicado hace 9 años por Nomada_Q_Sanz a riowang.blogspot.com.es

El casco antiguo de Roma, hoy acomodado en la pronunciada curva del Tíber, fue durante el período imperial una zona de esparcimiento fuera de las murallas de la ciudad. Asentada sobre su siete colinas, Roma mantuvo durante siglos una prudente distancia de aquella ribera baja, pantanosa, enclave de inundaciones y malaria.