Hace 24 días | Por Delaɾy a lasexta.com
Publicado hace 24 días por Delaɾy a lasexta.com

"La casa dejó de ser de la familia en 1938, cuando decidieron ampliar los terrenos. En el último momento hubo un ultimátum en el que le dieron 48 horas para abandonar la casa", dijo. "No le ofrecieron alternativa, aunque luego hicieron una escritura en la que dijeron que le daban 50.000 pesetas", comentó el nieto de esta víctima al programa, algo que calificó de "locura", ya que ese "terreno valía unas 400.000 pesetas".

Comentarios

l

Eran los amos de España y le dieron a escoger,susto o muerte...

sotillo

#1 y gracias que se quedó en susto, muchos no tuvieron esa suerte

D

70 años de silencio sobre los bienes ajenos robados por la iglesia y los golpistas. Como se nota quienes se los repartieron en la "transición"...
La derecha castiza fiel defensora de la propiedad privada calladita

Yo soy defensor de la propiedad privada. ¡Expropiense!

Aeren

Así se han forjado las grandes fortunas españolas.
- Si quiero tus tierras me hago amigo de los franquistas, te acuso de rojo, te matan y me las quedo.
- Si quiero tu negocio, te expropio por cuatro pesetas, y si no te gusta te acuso de rojo, te matan y me lo quedo.
- Si tenemos rencillas vecinales, te acuso de rojo, te matan y me quedo tu casa y tus tierras.

Y por eso actualmente hay tanta gente de derechas. Por que a los que se oponían abiertamente a que el ejército fusilara civiles, también lo fusilaban. Así que quien no era franquista aprendía a disimularlo muy bien, y cuando tocaba cantar el cara al sol eran los que más gritaban, para que los vecinos no sospecharan. Por otro lado otros utilizaban la masacre hacia civiles como método para enriquecerse. Y así se nos ha quedado españita.

jolucas

Muchos Hijos y nietos de aquellos que sufrieron los abusos de esa época de España, ahora son, votan y defienden a los verdugos de sus abuelos o padres...

areska

Está todo tan podrido y es tan lamentable que no sé cómo aún hay gente que cree algo en los políticos asquerosos e hipócritas que nos mandan.