El siglo de Oro Español no sólo fue dorado en el arte y las letras, también en educación. El mito de la España analfabeta de los Austria se desmorona si preguntamos a la Historia.
De hecho en España no había más analfabetismo que en el resto de Europa occidental hasta el siglo XIX. A partir de ahí si que nos empezamos a quedar retrasados.
La cosa llegó a tal extremo que, para frenar la decadencia de las Españas, en 1623, Felipe IV prohibió que hubiera centros de enseñanaza secundaria en todas aquellas villas y ciudades que no fueran cabeza de partido y, sobre todo, las que ejercían en hospitales o daban servicio a expósitos. Esta ley significaba que de unas 4.000 escuelas de latinidad (enseñanza secundaria), se pasasen a menos de 100.
No fueron pocos los consejeros reales que recomendaban una remodelación del acceso a las enseñanzas superiores. Entre ellos destacó Pedro Fernández de Navarrete -canónigo, secretario de Felipe III y asesor de la Inquisición- el cual propugnaba que, para hacer que la gente se dedicara más a desarrollar las manos que el cerebro, el número de centros de enseñanza secundaria y superior fueran reducidos radicalmente. De esta forma, se "estrecharían las comodidades que convidaban a las letras" a la gente pobre, especialmente los expósitos y los desamparados los cuales, en tanto que "hijos de la escoria y hez de la república" (sic), en vez de perder su tiempo dedicándose a un improductivo estudio, estarían formando parte del campo, del ejército o, directamente, remando en las galeras. Además, si un pobre llegaba a ser letrado o juez, como no tenía honor familiar que mancillar, se tomaría la justicia de forma poco estricta. https://ireneu.blogspot.com/2016/07/pragmatica-gramatica-1623.html
Comentarios
De hecho en España no había más analfabetismo que en el resto de Europa occidental hasta el siglo XIX. A partir de ahí si que nos empezamos a quedar retrasados.
#0 Has hecho el envío en
ciencia pero debería ir en 
cultura.
La cosa llegó a tal extremo que, para frenar la decadencia de las Españas, en 1623, Felipe IV prohibió que hubiera centros de enseñanaza secundaria en todas aquellas villas y ciudades que no fueran cabeza de partido y, sobre todo, las que ejercían en hospitales o daban servicio a expósitos. Esta ley significaba que de unas 4.000 escuelas de latinidad (enseñanza secundaria), se pasasen a menos de 100.
No fueron pocos los consejeros reales que recomendaban una remodelación del acceso a las enseñanzas superiores. Entre ellos destacó Pedro Fernández de Navarrete -canónigo, secretario de Felipe III y asesor de la Inquisición- el cual propugnaba que, para hacer que la gente se dedicara más a desarrollar las manos que el cerebro, el número de centros de enseñanza secundaria y superior fueran reducidos radicalmente. De esta forma, se "estrecharían las comodidades que convidaban a las letras" a la gente pobre, especialmente los expósitos y los desamparados los cuales, en tanto que "hijos de la escoria y hez de la república" (sic), en vez de perder su tiempo dedicándose a un improductivo estudio, estarían formando parte del campo, del ejército o, directamente, remando en las galeras. Además, si un pobre llegaba a ser letrado o juez, como no tenía honor familiar que mancillar, se tomaría la justicia de forma poco estricta.
https://ireneu.blogspot.com/2016/07/pragmatica-gramatica-1623.html
Anteriormente, en 1559, Felipe II prohibió a sus súbditos españoles estudiar en el extranjero.
https://blogs.publico.es/strambotic/2017/01/anti-erasmus/